Iglesia Adventista del Séptimo Día

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Evangelismo

La Parábola del anzuelo



“Tengo un premio especial al que me consiga en la biblia la parábola del anzuelo”. En ocasiones desafío a las congregaciones con esta propuesta. Me río cuando veo a mis hermanos tomar sus biblias y buscar dicha parábola y así tratar de “ganarse el premio”.  Pero ni los profetas ni nuestro Señor Jesús enseñaron tal cosa. Cuando de pescar se trata nuestro Maestro quiere que usemos la red. Claro que hay diferencias notables entre ambos métodos las cuales nos sirven para ilustrar el reino de Dios.

 Cierta vez salí a pescar con mi familia y unos amigos. Así que nos subimos a un bote y nos alejamos unos cuantos metros de la playa. Todos nos sentamos alrededor del bote con  los pies “colgando” hacia el agua, espalda con espalda y esto lógicamente no propiciaba el dialogo y el acercamiento entre los “pescadores”. Por el contrario, durante la celebración de un campamento de conquistadores en una playa de la isla donde crecí, todos los acampantes contemplamos extasiados como, muy temprano en la mañana, varios  pescadores arrastraban su red hacia la orilla llena de “toda clase de peces” (Mateo 13:47). Ellos llamaban a esto “halar el tren” ya que el movimiento de sus brazos asemejaba al de los brazos que unen las ruedas de una locomotora. Como se pueden imaginar, esta tarea requería de gran coordinación y comunicación entre todos. Creo que esto era lo que tenía en mente Jesús cuando habló de la parábola de la red: un trabajo misionero coordinado, con una comunicación que permitiera a los miembros de iglesia  mantenerse unidos y en oración por un mismo propósito. Pescar con red significa que debemos aprender a pedir ayuda, a depender de otros y mostrar así al mundo la gloria de Dios.

Solo con la red podemos obtener grandes resultados. Y he aquí una segunda diferencia entre ambos métodos. Con tristeza vemos a muchas de las personas que aceptan a Jesús abandonar “el barco” a los pocos días y esto ha llevado a muchos hermanos a la idea de que es mejor pescar con anzuelo ya que de esta manera, pensamos, nos aseguramos que aunque sean pocos, se mantengan en la iglesia. Sigamos el método de Jesús, nuestro deber es lanzar la red. Dios hará el resto. El dará los resultados sean cual sean para su gloria.

 

Pr. Franzs Amundaray
Ministerios Personales
Asociación Venezolana Sur Occidental